Toda
alma destinada a la gloria eterna bien puede decirse una piedra destinada a
levantar el edificio eterno. Un albañil que quiere levantar una casa tiene
necesidad antes que nada de pulir las piedras que deben formar parte de la
composición de la casa; y todo esto lo obtiene a golpes de martillo y de
escalpelo. De la misma manera se comporta el Padre celestial con las almas
elegidas, las que desde la eternidad fueron por la suma sabiduría y providencia
destinadas a la composición del edificio eterno.
Por
consiguiente el alma destinada a reinar con Jesucristo en la gloria eterna
deber ser pulida a golpes de martillo y de escalpelo. Pero estos golpes de
martillo y de escalpelo, del que se sirve el artista divino para preparar las
piedras, es decir, el alma elegida, ¿cuáles son? Hermana mía, estos golpes de
escalpelo son las sombras, los temores, las tentaciones, las aflicciones de
espíritu, los temblores espirituales con algún aroma de desolación y también de
malestar físico.
Agradece,
por lo tanto, a la infinita piedad del Padre eterno, que así está tratando tu
alma, porque destinada a la salvación.
(19 de mayo de 1914,
a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 87)
6 comentarios:
Gracias por esto tan bello.
Bendita sean tus palabras padre mío Amén 🙏
Bendito seas por tus palabras benditas Amén 🙏💖
AMÉN. Gracias PADRE PIO
AMÉN. Gracias padre pio ,bendito se Dios que nos sigue dando el privilegio de gozarnos con sus hermosas palabras
Amén 🙏
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